27 sep. 2019
Escuela Raúl Alfonsín
Alumnos de Benavídez eligieron el nombre del ex Presidente a través de una votación. El Vicegobernador encabezó el acto de imposición junto a la comunidad educativa.
La Escuela de Educación Secundaria N°32 de Benavídez , fue el escenario de la historia. Y los alumnos del establecimiento educativo, los encargados de escribirla. Junto a profesores, auxiliares y autoridades decidieron cómo llamarla.

"Para nosotros fue muy importante llevar adelante un acto democrático donde cada uno expresó sus ideas, trajo sus proyectos y eligió con libertad", explicó el director Carlos Sosa. Toda la comunidad educativa participó del proceso que comenzó a mediados del año 2018.

Asimismo, la docente Carla Bircher señaló la importancia del "Padre de la Democracia" y la alegría de que la escuela lleve su nombre "por su integridad ética y moral como persona y como dirigente político”. Y agregó: “Él nos indica las tareas del momento; comprometernos con la escuela, con el barrio y con la comunidad. Llenar de participación la E.E.S. Nº32 y generar las instancias democráticas para que docentes, estudiantes y toda la comunidad educativa forjemos la escuela transformadora que Raúl Alfonsín soñó".

De la celebración participó el vicepresidente del Consejo General de Cultura y Educación bonaerense, Diego Martínez, quien entregó una copia enmarcada de la resolución provincial que le dio nueva identidad a la institución. Luego el Vicegobernador y una alumna descubrieron la placa con el nuevo nombre del establecimiento obsequiada en nombre del Senado bonaerense.

Además, Diego Martínez resaltó los valores de la educación, la paz y el respeto que Alfonsín llevaba como bandera. “Nuestros alumnos tienen que educarse en el respeto a la diferencia del otro, en el respeto a las instituciones y en pensar que el cumplimiento de las reglas es un desafío muy importante”, sostuvo.

Por su parte, Daniel Salvador señaló que "la democracia es libertad e igualdad y la igualdad se logra a través de la educación" y que ese tiene que ser el punto de encuentro. "Poner un nombre es darle identidad a las aulas, trazar objetivos y renovar los desafíos para seguir creciendo", explicó.

Por último, Salvador remarcó el compromiso de concretar los anhelos de Alfonsín y las obligaciones de las generaciones venideras, “igualdad de oportunidades” por encima de las banderas políticas.