Otra vez la Corte Suprema va al sastre
Por Pablo Mendelevich / Parece ser que aquel proverbio del general que dice que para mandar un tema político al muere basta con crear una comisión, en realidad no se le ocurrió al general sino a Napoleón, quien a su vez se habría inspirado en una idea de Juana de Arco. Poco importa. Prendió, no porque Perón lo recitara con voz socarrona, magnetismo histriónico y la clásica sonrisa símil Alberto Sordi sino porque el proverbio encaja al dedillo en el paisaje local, ornamentado con comisiones investigadoras y comisiones asesoras, honorables comisiones creadas para desagotar a quienes se aparecen con urgencias republicanas y ansias resolutivas perturbadoras para el poder. De paso, sirve para repartir empleo en la clase política.