Políticas públicas con perspectiva de familia: una necesidad impostergable
Por Rosario Romero Victorica / La familia es, ante todo, el primer espacio en el que se experimenta el amor incondicional, el cuidado cotidiano y la educación afectiva. Es ese “nido” al que siempre se quiere volver, porque representa ese lugar donde se nos ama tal como somos. Allí se comparten risas, alegrías, tristezas y aprendizajes. Es el entorno en el que se tejen los lazos más profundos que acompañarán a cada persona a lo largo de la vida. No se trata únicamente de un vínculo biológico, sino de una comunidad emocional donde se cultivan valores, se construyen proyectos compartidos y se aprende a vivir con otros.